-3 Barras de hielo. Se posan sobre tus hombros.
-2 Kilos de cemento. Duermen en tus pies.
-1 Litro de alma. Te queda en el cuerpo.
Cintura de la sociedad, olvidada por las ciénagas.
Desgarro de los sin carne. Dolor de los sin vida.
Unos quieren. Otros dan.
Unos sacan. Otros muerden.
La lógica de las cosas sin razón
queda suspendida
en las palabras sin destino.
En cualquier esquina vamos a encontrar a ese pibe sin rumbo.
En cualquier cabeza cabe.
La tragedia sin rostros.
Las creaciones del hombre siempre fueron retorcidas.
El espiral. El sacacorchos. El complejo cultural. Etcétera.
Todo es a causa, de lo retorcido que es, el cerebro del ser humano.
Con vueltas, y contra vueltas. Con surcos, y senderos.
Con no uno. Sino dos hemisferios.
Simbolizando la indecisión.
Escarmentándonos en nuestra agonía.
La suerte está echada.
La punga más grande, es la que gana.
Sin retóricas. Sin balbuceos.
Dejaste los vasos vacíos, la última vez que miraste el techo.
No soporto los poros.
Cuando te vuelvas a levantar, la mesa va estar a tus espaldas.
Tu vaso en el bolsillo.
Y la propina en el piso.
Tu puerta. La puerta.
Tu hombro contra la pared.
Mientras buscás las llaves.
La cerradura se escapa, y la pintura de la puerta se salta.
Las creaciones del hombre siempre fueron retorcidas.
Tu nuca esta opaca, tu cara babéa,
Límites horarios permitidos violados.
Tus manos denotan el temblor del castillo derrumbado,
Mas no quisieran ellas tener que levantar las cenizas.
Este tiempo en que respiras, no es otro tiempo más que el útimo.
Otrora las banderas, otrora los aplausos.
Otrora esa rabia a los que nada mendigabas.
Es ahora cuando tienes que quebrar las rodillas, y darlas contra el suelo.
No hay tiempos de lamentos, no hay tiempo para las disculpas.
Es ahora tiempo de nacer de nuevo, es ahora tiempo de volver a crecer.
Ahora es nuestro tiempo.
Nuestro tiempo de hacer.
El cielo quiere caer nuevamente como no lo hizo hace siglos..
La misión habrá terminado mucho después de vos.
No estarás cuando vuelva, no estarás cuando pase.
Solo sabrás lo justo y necesario para hacerlo.
Para no dejar de caminar.
para no dejar de soñar.
Para que todo haya valido la pena.
No sos vos, no son ellos, no es nadie.
Somos todos.
Aunque la lluvia amenace.
Aunque la luz no te alcance.
Sabrás que has sabido.
Sabrás tu suerte.
Sabrás tu destino.
Oh no?
Cuidada estaba la salida, de cada palabra desde esa boca. La mia.
No siempre los labios, y las palabras, se mueven de la misma manera al expresarse.
Pero lo que si es excusa, es que mi lengua ha sido partida, y ya están embarcando.
Desiste de la necedad de volver a repetirlas, más no espero tener que volver a decirlas.
En un desieste de fauna presurosa, siempre se vende primero la morsa, la más sabrosa.
Pero en un desierto de canes, los rufianes siempre desisten el mandato. Si salir, estimo la conciencia.
Nunca me dejó sin salida, pero tampoco me dio muchas expectativas.
La salud de los ventrículos, se despilfarra sin mayor regodéo.
Siempre hay que abrir la puerta, no vaya ser que te golpees.
Y con mas razón, cuando es de vidrio.
