
Los cinco síntomas del desagrado.
Siempre son estables, a nuestras creencias.
Son convincentes, por una naturaleza propia.
Son impenetrables, por el consenso colectivo.
Pero cuando no me son imprescindibles, en lo inmediato.
Son grandes problemas. Grandes incoherencias.
Soberanas molestias, a nuestro agrado.
-¡Ya no me siento seguro!
-¡Esto no puede estar pasando!
-¡Como si tuvieran necesidad!
Ya no estamos, en orillas diferentes.
Estamos en la misma isla. Con las mismas palmeras.
Con los mismos valores. Con la misma convicción.
Nosotros, somos
1 comentario:
Estamos agarrados de un palo en el 1/2 del mar, después de un tsunami, viendo a que isla llegar...
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