miércoles, 4 de abril de 2007

Poema trágico con dudosos logros cómicos

Mi familia no tiene médico
ni sacerdote ni visitas
y todos se tienden en la playa
saludables bajo el sol del verano

Algunas yerbas nos curan los males del estómago
y la religión solo entra con las campanas albototando los
canarios

Aquí todos se han muerto con una modestia conmovedora.
mi padre, por ejemplo, el lamentable Prometeo
silenciosamente picado por él cancer más bravo que las
águilas.

Ahora nosotros
ninguno doctor o notable
en el corazón de modestas tribus,
la tribu de los relojeros
la mas triste de los empleados públicos
la de los taxistas
la de los dueños de fonda
de vez en cuando nos ponemos trágicos y nos preguntamos
por la muerte

Pero hoy estamos aquí escuchando el murmullo de la mar
que es el morir

Y este murmullo nos reconcilia con el otro murmullo del río
por cuya ribera anduvimos matando sapos sin misericordia,
reventandolos con un palo sobre las piedras del río tan
metafórico
que da risa

Y nadie había en la ribera contemplando nuestras vidas hace
años
sino solamente nosotros
los que ahora descansamos colorados bajo el verano
como esperando el vuelo del garrote
sobre nuetra barriga
sobre nuestra cabeza
nada notable
nada notable


JOSE WATANABE

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