
El que vive lo que escribe es el verdadero académico, el verdadero científico, el filósofo. Y completa su sana sabiduría agregando: "Pienso que todo esto lleva a valorar el sentido que tiene la aventura de escribir, devolverles a las palabras el sentido que han perdido, manipuladas como están por un sistema que las usa para negarlas. Hay una lección que el mundo ignora y que nos han dado los guaraníes a todos, a la hora en que crearon su lenguaje. En el idioma guaraní, palabra y alma se dicen igual. Y en este sistema desalmado la palabra ha estado y sigue manipulada con propósitos comerciales o de engaño político. Su uso y abuso traiciona al alma".
No hay comentarios:
Publicar un comentario