
La lagartija se movió lentamente, estaba a la
expectativa en el desierto. Sudaba un sudor frío.
Sus músculos se movían rápidamente a la espera.
Mis manos agarraron la navaja. Ella me miró, me
miro con precisión. El miedo se acercó. Bajé la
navaja sobre su cuerpo. Mostró mueca de terror.
Sin dolor me miro quieta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario